Wiggum – La Guerra Mundial (El Genio Equivocado, 2013)

‘La Guerra Mundial’ es el segundo disco de Wiggum – pronunciado buigam, no bigum, ni güigum –, que llega dos años después de su excelente debut, ese disco tan especial y personal que se escondía tras un entrañable – y a la vez excéntrico – título como ‘Sintón Nisón ama a Nifú Nifá’. Allí nos hablaban de cuentos azules, de Jacques Cousteau, de una chica imaginaria, de otra con nombre y apellido… en canciones contadas desde la soledad de una habitación, de la que sólo escapaba la imaginación para poner formas y lugares a los sueños de los que nos hablaban.

Fue un disco que quizás no llegó a todo el mundo como lo hizo con nosotros. De hecho, fue uno de nuestros discos del año -tercero tras los de El Columpio Asesino y sus compañeros de sello Odio París-. Para otros supongo que también, aunque me da la sensación que la gran mayoría del público no le prestó suficiente atención. Puede ser lógico, ya que era un disco para escuchar y degustar con tranquilidad, la que no hay en este estresante nuevo mundo de novedades musicales y redes sociales donde los hits de consumo rápido se siguen llevando a la masa cual flautista de Hamelin, porque hay cosas en la música, por mucho que los formatos musicales y los canales de difusión sí lo hagan, que no cambian. Será por eso que existen discos tan especiales, porque son precisamente los que no se comparten.

Con tal perspectiva, Wiggum se presenta con un nuevo reto y muchos caminos para elegir por dónde continuar y seguramente han optado por el más difícil de todos, dejando atrás ese sonido más limpio que evocaba al pop que se hacía en nuestro país en décadas pasadas, adentrándose en otros considerablemente más rockeros y directos, y acercándose a bandas internacionales de los 90 como Green Day, Oasis o Smashing Pumpkins. Como una prueba de madurez – dos años más de crisis económica mundial entre un disco y otro escarmientan a cualquiera – sus letras se alejan de sueños y utopías y ponen los pies en la tierra, hablando de temas y problemas reales… y soluciones. Porque estos soñadores siguen siendo optimistas a pesar de todo, y ahora toca salir de la habitación y ponerse a caminar. La Guerra Mundial.