Vigo Tr4nsforma 2011

por | 4 de julio de 2011 | Sin categoría | | | | | | |

1er día de batalla

La primera nota va hacia lo surrealista que fue recoger una acreditación rodeado de gente de la TVE, T5, etc. No estoy preparado todavía para estas cosas, yo voy con la cabeza gacha con miedo a que por algún error no tenga acreditación y deba pagarme el festival… pero no, no hubo problemas, perfecta la organización. Hacía un día perfecto, con calor pero al lado del mar en el puerto de Vigo, con una brisa de película, sólo había buenos presagios.

The Blows abrieron oficialmente el festival (le tiene que tocar a alguien), cuando todavía empezaban a llegar los primeros festivaleros (no olvidemos que era un día laboral). Tras su cambio del inglés al castellano, los vigueses presentaron su último trabajo con la intensidad requerida, atronando con su estilo que sonaba a Franz Ferdinand, The Strokes, Libertines… su carrera parece imparable, y sobre el escenario se le notaron más tablas de las esperadas. Una bonita sesión de rock inglés.

Contrapunto fue la llegada de Eladio y los Seres Queridos, más calmados defendiendo ‘Están ustedes unidos’, su primer trabajo. Ya con más acólitos a sus pies, y al ritmo de ‘La cruz’ o ‘Estamos todos unidos’, o ‘El tiempo futuro’, repartieron una bonita clase de pop bien entendido y sin más pretensiones que las de conseguir canciones completas. Han tardado en sacar al mercado su primer largo, pero tienen un conjunto estupendo de canciones. Arrancaron aplausos, y terminaron con una preciosa ‘Forever young’ que no podía fallar.

Y llegó el plato fuerte. El Señor Moby se plantó en el escenario y debo decir que tenía muchas dudas al respecto. Sobre todo porque sabía que la gente esperaba ‘Porcelain’, ‘Natural blues’, ‘In my heart’, ‘Why does my heart feel sol sad?’ y demás preciosidades que el neoyorquino nos ha regalado a lo largo de los años, y no tenía muy claro que las fuese a tocar. Con disco nuevo, quizá se dejara a las nuevas canciones. Pero Moby estuvo a la altura, y Joy Malcolm destrozó corazones con ‘In my heart’, para empezar. Llegarían luego ‘We are all made of stars’, ‘Porcelain’, ‘Natural Blues’, ‘Why does…’, ‘Lift me up’… Diecinueve canciones en un concierto espectacular e irrepetible, con la ría de fondo aportando su propio runrún incesante. El concierto del festival, insuperable y probablemente indescriptible, por más que lo intente. Perfecto.

2º día de batalla.

Se abría el segundo día con siete actuaciones por delante. Cuando todavía apretaba el calor, saltaron al escenario (muy adecuado), los brasileiros Do Amor, con un aire a Tribalistas sólo aparente, y que llenaron la tarde viguesa con un ritmo buenrollista de aires tropicales, una inyección de alegría que hizo alzarse las palmas en el público que empezaba a llenar la explanada.

A continuación se dejó caer sobre el escenario Xacobeo un tal Ron Sexmith. El canadiense me sonó un tanto country al principio, pero luego esa sensación se difuminó. Fue un contrapunto perfecto a la alegría tropical de Do Amor, y aunque pudiera pensarse que eso nos cortó el rollo, mentira cochina. Ron Sexmith nos llevó a su mundo de baladas preciosistas (alguna me sonó a Fanfarlo), estupendos medios tiempos bajo el Sol, intensos, emotivos hasta, y más con las islas Cíes a mi espalda.

Para cuando llegó Catpeople, el ambiente estaba más que preparado, y el atardecer a puntito. Los vigueses, que jugaban en casa, hicieron un auténtico despliegue de guitarras. Tras estrenar un trabajo diferente (‘Love battle’), demostraron que ya no son una banda emergente, sino una de esas elegidas que saben evolucionar. Con el cielo teñido de naranja y rojo, sacaron ‘Secret life’, uno de mis cortes favoritos, y nos llevaron a un lugar estratosférico. A mi lado, otro de la prensa se dedicaba a anotar absurdeces técnicas en lugar de pasárselo bien, que es norma básica para sacar luego una buena crónica (¿no?). Completaron la noche con una perfecta ‘Love battle’, además de una ‘Mexican life’ que rompió el escenario. Están en éxtasis, se nota, se conectan más con el público y le sobran canciones para elegir. (Nota: el padre de uno de los guitarristas le graba a mi lado durante el concierto, lleno de orgullo; super-bonito).

Luego llegó Xoel, un auténtico veterano en estas lides, que vino a presentarnos canciones que formarán parte de su nuevo disco, entremezcladas con viejas glorias. Quizá no se vio mucha cosa nueva, aunque sí más tablas, la simpatía habitual, la nostalgia de volver a casa. Pero el Xoel que fue Deluxe nota un poco el salto generacional, los que por detrás empujan con fuerza…

Con Xoel se terminó también la tranquilidad, porque luego llegaron Los Campesinos! a romper el escenario con sus ritmos directos al corazón y a los pies (genial ‘You! Me! Dancing!’), siete tipos dándolo todo encima del escenario, con gusto y generando toneladas de diversión, que nos hicieron olvidar el principio más tranquilo (que no menos divertido) de la jornada.

Para qué engañarnos, el plato fuerte de la mayoría de los que acudían la noche del viernes era Vetusta Morla. ¿Qué decir de ellos? Se me verá el plumero, claro, ‘Mapas’ me ha calado, y los muy puñeteros comenzaron con ‘Los días raros’ y el chantaje emocional tuvo efecto. Creo que ‘Mapas’ es un trabajo arriesgado (habría sido más fácil hacer una segunda parte de ‘Un día en el mundo’), pero ya con la primera dejaron al público estremecido. Su directo, como siempre, sigue siendo excelente. Los madrileños ya son ídolos de masas, se corean sus canciones como las de Love of Lesbian y Los Planetas, y probablemente ahora se les mirará con lupa para ver si siguen siendo indies o no. Pero la realidad es que tocaron más de hora y media, con todas sus canciones rellenando el aire de tensión, bajo el cielo estrellado del puerto de Vigo. Un concierto perfecto, y lo demás sobra.

Ya luego llegaron los Junior Boys, pero poco tenían que hacer tras Vetusta Morla más que añadir unos ritmos de baile, electrónica en estado puro, para terminar el segundo día de festival.

3er día de batalla

En el último día del Vigo Tr4nsforma, empezaba pronto la música en el escenario Mondosonoro, con actuaciones destacadas bajo el calor, como Holywater, Odio París (me encantan, banda de futuro) o Igloo, que hicieron calentar motores antes de empezar en el escenario grande.

A las siete y media, puntualidad suiza, aparecieron sobre el escenario una banda de superhéroes horteroides: Hola A Todo El Mundo. Lo diré rápido: estos chicos están destinados a hacer grandes cosas en la música, pero si no fuese así, ya habrán hecho bastante. Soy muy poco imparcial en este caso, pero ‘Estela castiza’ demostró sobre el escenario ser una más que honrosa continuación del insuperable debut de la banda madrileña. Estuvieron perfectos, y a destacar, ‘Make your mum your best friend’. Increíble, igual que ‘Maestra Allegranza’. Igual que ellos.

Después de tal animación llegó Russian Red, y con ella la elegancia al escenario (nota mental: los organizadores deberían tener en cuenta el orden de los conciertos para no generar bajones, no convienen). Su actuación fue perfecta bajo el atardecer, con su acercamiento tranquilo al soul. Algunos dirán soso, otros dirán bonito, será cuestión de criterios. Las canciones de su primer disco fueron coreadas, especialmente ‘Cigarrettes’, y las de su nuevo disco dispararon aplausos.

De Yann Tiersen yo no había escuchado nada más que la banda sonora de ‘Amélie’, tal era mi descontrol al respecto, de modo que era todo una incógnita. De ‘Amélie’ nos regaló únicamente una pieza solista de violín, una auténtica elegía, brutal, en la que Tiersen simuló ser más que nunca un loco de la música. Por lo demás, un concierto intenso, de entusiasmo casi eléctrico, en el que se le vio disfrutar sobre el escenario. Una bonita sorpresa.

Después del show de Tiersen aparecieron The Pains Of Being Pure At Heart. Enérgicos y divertidos, repartieron alegría anónima en formato lo-fi, y hacía falta ya algo que hiciese que los pies saltasen del suelo. Un inicio perfecto de la sesión más bailable de la noche, con ‘Belong’ o ‘Heart in your heartbreak’ como estrellas del repertorio.

Luego irrumpieron The Gift y rompieron la noche. Optimismo puro, y la voz de Sónia Tavares por encima de todo, esa tremenda voz. Arrasaron con canciones que se volvían himnos a los pocos segundos de comenzar, en una explosión de luz y color (momentazo el del confeti). ‘Explode’ es un trabajo hecho con mucho gusto, increíble, de una banda que ya había hecho buenas canciones antes (atención a ‘Music’, una perla que se olvidaron de tocar en Vigo sin que se notara). Ya eran bastante conocidos en Galicia (no en vano, formamos parte de la lusofonía y muchas bandas del país hermano vienen a tocar a Galicia), y desprendieron una simpatía y un entusiasmo terribles, y lo diré, fue el mejor concierto del Vigo Tr4nsforma si dejamos de lado el tesoro de Moby.

dEUS desplegaron tras el éxtasis de The Gift un muro de sonido arrollador, ya desde la primera canción, un revoltijo guitarrero de voces rasgadas y mucho rock, e incluso un ecléctico violín eléctrico, pero muchos ya estábamos agotados tras la sesión de los portugueses, y lo vimos en la distancia.

Finalmente, tras la estampida de Toro y Moi (no se saben los motivos, casi prefiero no saberlos para no enfadarme), Colectivo Oruga tomaron la responsabilidad de añadir un poco de electrónica y cerrar el festival…

Conclusión

Romperé una lanza en pos de la organización (criticada lamentablemente por la ausencia inesperada de Toro y Moi –no sé qué esperaban que hiciese un día antes-), que estuvo sencillamente perfecta. El cartel estaba a la altura del primer año (insisto), y los tiempos se respetaron. Para un festival con una trayectoria tan corta, la nota obtenida es alta, y si siguen con esta progresión, pronto tendremos otra referencia festivalera en tierras del norte.

Ernesto Diéguez

Fotos:Janite  y Ernesto Diéguez

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1 Comentario
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MM
13 años hace

Lo de Moby no hay palabras para explicarlo. Sencillamente increible!