Standstill – Concierto en sala Mondo

A estas alturas, decir que Standstill son un referente de la escena nacional es una obviedad, igual que afirmar que su llegada a cualquier ciudad llena la sala y causa expectación. Está fuera de toda duda. La banda catalana puede jactarse de tener en su haber dos de los mejores discos independientes de la década: ‘Viva la guerra’ y ‘Adelante, Bonaparte’. Trabajos muy distintos, hasta el punto de que divide a sus seguidores en bandos y extrema las posiciones. Lo cual es un debate un poco estúpido (creo yo). A la hora de la verdad, sobre el escenario, Standstillson los de siempre, y las canciones de ambos discos suenan con un estruendo y una potencia lírica que ya quisieran otros muchos. En sus canciones se leen las experiencias diarias pero singulares, y, dejadme decirlo, sigo flipando a día de hoy con la tromba (lo sé, la inclusión de instrumentos menos habituales son mi perdición).

Así aparecieron sobre el escenario de la sala Mondo, como si pasasen por allí de casualidad, sin llamar la atención. Algo extraño en el sonido de la primera canción me hizo sospechar un concierto por debajo de lo esperado, pero fue sólo una impresión. Se alternaron los cortes de ‘Viva la guerra’, que la gente coreaba con furia, con los de ‘Adelante, Bonaparte’, que oscilaban entre una energía y una emotividad extraña. Y es que el último trabajo de los catalanes tiene sus detractores, como he dicho, pero para mí sigue siendo un disco sublime, un disco con el que no se quedaron en lo fácil (Viva la guerra II) y con el que avanzaron hacia nuevos territorios.

Como siempre, un directo prácticamente perfecto en una sala atestada y calurosa como una noche de verano. Ya sea en festivales o en salas, o en cualquier otro lugar, Standstill no defraudan nunca.

Ernesto Diéguez

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