Palmfest 2010
por Indiespain | 6 de septiembre de 2010 | Sin categoría | Joan Colomo | La Habitación Roja | Los Punsetes | Manos de Topo | Mendetz | Monkey Nuts | Mujeres | Odio París | PALMFEST | Stay | The New Raemon | The Transistor Arkestra
Un año más, y ya van cinco, la localidad tarraconense de L’Hospitalet de l’Infant ha sido testigo del Palmfest, el festival de música independiente de la Costa Dorada.
El Palmfest 2010 arrancó el pasado jueves en la playa de la Punta del Riu, con una inmejorable respuesta de público. Monkey Nuts fueron los encargados de estrenar la noche. El respetado grupo de la escena indie de los años 90’s en Barcelona regresó en exclusiva para el festival para presentar las canciones de su nueva andadura.
A continuación, ‘la bestia del Montnegre‘, Joan Colomo, encontró la complicidad con el público, entregado a las canciones de ‘Contra todo pronóstico’, el disco que le ha convertido en uno de los nuevos estandartes del pop en Cataluña.
Por último, The Transistor Arkestra demostraron su solvencia, seduciendo con la amalgama de sonidos multiinstrumentales que ya causó sensación en el último Proyecto Demo.
La jornada del viernes desbordó todas las previsiones. Los suecos Lacrosse iluminaron el escenario principal con su propuesta de melodías alegres y letras agridulces. La banda de Nina, Kristian y compañía se convirtió en la gran sensación gracias a canciones cautivadoras y crearon una atmósfera que será recordada en la historia del festival.
Otro de los momentos memorables de la noche llegó con La Habitación Roja. Su impresionante despliegue de cuerdas electrizó al público en una demostración del liderazgo que ejercen en la escena nacional. A continuación, Odio París anticiparon el que será seguro uno de los éxitos del 2011, con las canciones de su inminente disco de debut. La banda afincada en Barcelona sorprendió con un repertorio llamado a ser el gran descubrimiento para los próximos meses, y con temas ajenos como la versión de ‘Electricity’ de O.M.D. con que deleitaron a los asistentes.
Por último, Mendetz cerraron el programa de actuaciones con el torrente de ritmos que les ha valido fama como los animadores de fiestas más incendiarios del panorama español.
Además se celebraron los destacables conciertos de Febrero, Manos de Topo y las sesiones de On Air, para calentar motores, y Amable, para cerrar la noche bautizada como más Pop del festival, pero que se reveló abierta a una pluralidad de sonidos y estilos.
La locura se desató el sábado con la entrega del público que atestó el recinto del Puerto Náutico. Rinôçérôse, en un equipo ampliado con el dj de Montpellier Boozig, se convirtieron en el fin de fiesta perfecto con una actuación en la que mezclaron las guitarras en directo con una apabullante sesión integrada por sus éxitos favoritos.
Y otros franceses, Naïve New Beaters, se revelaron como la sensación más fresca y festivalera del programa. El espectáculo de la banda contagió a la audiencia de ansias por disfrutar de sus ritmos descarados.
Por su parte, Mujeres se metieron al público en el bolsillo con una demostración de solvencia sobre el escenario. Es una de las bandas de 2010 y en Palmfest exhibieron un repertorio garajero de vieja escuela, que animó a los asistentes a bailar con ganas. Antes, Stay habían empezado a encender el festival con la psicodelia rock de sus últimas canciones y con la sorpresa de los temas de su próximo disco. Además, The New Raemon encandiló con los éxitos de ‘La dimensión desconocida’ y Los Punsetes desplegaron su irreverente repertorio.
Ya el domingo, dos mensajes al resistente público de la última jornada del Palmfest 2010 resonaron durante los últimos compases del festival. Se trata de ‘Beautiful future’ de los Primal Scream, todo una declaración de intenciones, y ‘Vamos a la playa’ de Righeira, hit ochentero tan casposo como pegadizo que año tras año viene siendo reivindicado por los responsables del festival de música independiente de referencia en el amplio valle musical que transcurre entre Barcelona y Benicàssim.
Palmfest ha alcanzado sus cinco años de edad en plena forma y transmitiendo al público asistente algunos de los valores más apreciados por un habitual cualquiera de festivales que, lejos de embutirse y compartir sudores con el vecino del milímetro anexo para ver al hype de turno, prefiere disfrutar de un fin de semana de playa, calidad musical y también fiesta, aunque desmasificada y servida con buen gusto.
Indie-Spain Magazine
Fotos: Palmfest