Niños Mutantes – Concierto fin de gira

La sala Rock Kitchen de Madrid vio cómo los Niños Mutantes cerraban un ciclo de conciertos de más de un año y medio en el que han estado presentando su disco ‘Las noches de insomnio’. Aunque a estas alturas sobraban las presentaciones, los granadinos hicieron un buen repaso por los temas insomnes.

Fue una fiesta de despedida por todo alto en la que la banda se rodeó de ‘Los mejores…‘. Que la tierra les tira es evidente, pero que los invitados sorpresa, o no tanto, lo dieron todo y estuvieron a la altura, también.

Así, el desfile de artistas sureños empezó con ‘El mejor trompetista‘, Jimmy García, colaborador habitual en as Noches de Insomnio, y con quien compartieron ‘Formentera’. Después de un par de canciones, apareció ‘La mejor voz femenina del momento‘, Zahara, quien tuvo un diálogo ‘intencionadamente intenso‘ con Alberto, a lo Pimpinela moderno en ‘No puedo más contigo’. Con nuevo look y vestida de amarillo, parece que la mala suerte no recayó sobre ella sino sobre su sucesor, Abraham Boba. Quien parecía recién salido de Regreso al Futuro, fue víctima de los estridentes acoples que se sucedieron a lo largo de ‘Ardilla roja’. Aún así, chapó. Nos dejó a todos boquiabiertos con su maestría al acordeón.

A continuación, fueron los ojos los que se nos quedaron como platos ante las posturas retorcidas de Guille Mostaza de Ellos, que acompañó con voz y teclado a la banda en ‘Te favorece tanto estar callada’. ¿’El más sexy del indie‘? Personalmente no me lo pareció, y tengo mis dudas sobre si al público, mayoritariamente trenti sí. Los últimos en salir fueron Noni y Alex de Lori Meyers, que se atrevieron con ‘Errante’, uno de los últimos éxitos mutantes.

Y por si no había sido suficiente, al parecer lo mejor estaba aún por llegar. Por desgracia tuve que huir cual cenicienta antes de que terminase el concierto, pero según cuentan por ahí, los Niños Mutantes decidieron hacer un homenaje especial a sus fans y bajaron a cantar entre el público un bis en acústico de ‘La voz’.

Un gesto bien merecido para unos fans que bailaron, saltaron, y por supuesto gritaron y cantaron, sabiendo al dedillo todas las canciones del repertorio, cosa no tan fácil teniendo en cuenta que 15 años en la música dan para mucho. ¡Felicidades!