Movimientos feministas del mundo contemporáneo: La Bien Querida.

(no)Hablamos de su disco: ‘Fiesta’.

Hace un par de semanas nos pasamos por el coloquio sonoro que La Bien Querida ofrecía el espacio CAMON. Un espacio pensado para escuchar en acústico algunos de los nuevos temas del álbum ‘Fiesta‘, intercambiar ideas y preguntas con Ana Fernández-Villaverde, pasar el rato.

Del (no)coloquio sacamos unas cuántas cosas en claro: que igual el disco no estaba tan mal como pensé cuando escuché ‘Hoy‘ (que no sé por qué, pero me dejó bastante fría); que sí, que Madrid cuesta, que a la gente le cuesta siempre: da igual que sea un concierto que algo así, como un poquito diferente, porque no abre la boca ni Dios (a no ser que sea para hablar con el de al lado). Y que si a Madrid le cuesta, a ellos también. Y es que aunque animaran al personal -no con mucho éxito- a participar, tampoco nos íbamos a haber llevado mucho más de ahí dentro. Sacamos también algunas fotos (cortesía de Ricardo Arcones).

Hoy se celebra el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, y de las otras también. Y si pensáis que me estoy volviendo loca, que menudos giros pego, puede ser. Pero igual tiene sentido. Y es que hoy al despertarme lo he visto claro y he sabido enfocar esto, porque algo quería hacer con el material del coloquio, y no sabía muy bien qué.

Y es que, ahora que me he escuchado ‘Fiesta‘ un par de veces, me ha entrado como un poco de enfado. No me gusta hablar de discos, y no lo voy a hacer porque creo que un disco hay que escucharlo mucho, no escribirlo mucho. Algunos te encantan desde la primera escucha, no puedes dejarlos, y se quedan así toda la vida. Otros, empiezan igual, pero un día te saturan y no los quieres ni ver (mucho menos, escuchar). Otros no te gustan tanto y un buen día, te enamoran. Como todo en la vida.

Bueno pues éste (de entrada) no me ha movido mucho, pero sí me ha llevado a pensar que había una vez una maqueta de una mujer que escondía la verdad que quería expresar. De forma directa, nada temía y nada ocultaba. Una maqueta que, un buen día, cayó en manos de un hombre que debió pensar ‘es fabulosa, una genialidad, te voy a ayudar: vamos a arreglarlo‘, como sucede tantas veces en éste nuestro mundo, dónde aún demasiadas veces seguimos siendo menores de edad. Y lo arregló (y lo produjo): se llamó “Romancero” y fue un gran éxito que recogió alabanzas de la crítica, premios, giras y triunfos. Y el caso es que ahí no me di cuenta, porque sí creo que ‘Romancero’ fue un gran éxito, y que es un gran disco que aún hoy no me he cansado de escuchar. Pero no puedo evitar pensar que tal vez esa maqueta, esa esencia, era mejor porque era suya. Que más le hubiera convenido creer que era mayor de edad, porque hubiera hecho un gran ‘Romancero’ igualmente y a lo mejor la ‘Fiesta‘ podría salvarse y acabar bien.

También me puedo estar equivocando, y errar al diferenciar a Ana como sujeto-mujer y David como sujeto-hombre. Pero este pensamiento fugaz, en el fondo, me recuerda que de ser así, de tener razón, no sería raro, infrecuente o absurdo. Porque hoy, seguimos viviendo en una sociedad paternalista en un mundo de hombres. Y eso sí es así.

Me gustaría recordar de forma inocente, que el Feminismo es un conjunto de movimientos sociales, políticos, económicos y filosóficos que buscan la igualdad de género (y que por ello no es antónimo de machismo). Y también que la música y lo que en torno a ella gira es fuente de expresión rebelde dónde las haya. Y que a veces al mal llamado mundo ‘Indie’, le falta mojarse y quejarse un poco más. Vuelve la canción protesta.

Feliz día y salud, compañer@s.

Rebequita Dj

Fotos: Ricardo Arcones

 Escucha ‘Fiesta’ de La Bien Querida en Spotify

Vídeo íntegro del coloquio con la actuación de La Bien Querida ->