Julio de la Rosa – La Herida Universal (historias de amor real)

por | 14 de marzo de 2011 | Sin categoría |

Un amigo me recomendó ‘La Herida Universal’ como remedio al desamor y otros estados depresivos, absurdos, disparatados y melancólicos que me dan de vez en cuando.

Así empezó todo. Luego vino la adicción y la recomendación por mi parte a toda la gente que me cruzaba: ‘¡Hey! ¿Qué tal? Escucha el último disco de Julio de la Rosa que es una puñetera genialidad.

El ex Hombre Burbuja estaba en todas mis conversaciones. Era evidente que la gente a la que había ‘agobiado’ con el tema empezase a relacionar sus 16 canciones conmigo: ‘Marypepa, ¡qué puto discazo el de Julio de la Rosa!.

Una de esas personas es Charlotte Harris. Y hoy, siete meses después de la publicación del disco, de que  haya girado cientos de veces y hayamos conseguido colocar en la esquina superior derecha de nuestros perfiles de Spotify cinco de estas canciones como preferidas, vamos a escribir sobre ello. ¿Por qué ahora? Porque tras un tiempo desintoxicadas, hoy, hemos vuelto a caer rendidas. 

Marypepa se encarga de las canciones impares y Charlotte Harris de las pares:

1. Uno. Una guitarra acústica (cómo me gusta el sonido que produce el roce de los dedos deslizándose por el mástil: cuerdas nuevas o ‘mientras más callo, más suena‘). Una voz tenue, luego las notas de un piano. Un despliegue de advertencias descaradas cantadas: ‘aunque te empeñes nunca podrás verte sin mí‘. Reconozcámoslo, esto lo hemos dicho todos alguna vez para hacer gala de lo ‘importantes’ que hemos sido en una relación, (y para aventurar, según nuestra percepción de futuro, lo mediocres que serán las parejas venideras) después, jodidos, seremos falsos: ‘pero si quieres dejarlo, no voy a insistir más’.

2. Tan Amigos. No es nuevo, la distancia que separa el Amor de la Amistad es tan delgada, que a veces se pasa, dejando muchas cosas por el camino. Hay miles de canciones que hablan de este tema, la de Julio empieza así de concisa: ‘Fuimos tan amigos, mira ahora, no lo pongas aún peor, ya te dije que era fácil, que acostarnos acarreara este dilema, pero siempre me decías tú y yo, no, tú y yo somos especiales‘. Pero no, nadie es tan especial como para dejar que eso no le afecte. Y como él afirma, raramente esto acaba bien. Estar enamorada de una de las personas ‘que más te conoce en este mundo’, es a la larga, una bomba de relojería, y siempre se corre el riesgo de que te acaben dando una bofetada con un: ‘No voy a engañarte, no a una relación, no voy a llamarte, no te hablo de amor (Si volvemos a hacerlo esto puede acabar peor)…‘ Y no hay nada peor, que acabar con el corazón roto y sin nadie a quien llorarle…

3. Las camareras. Aquí me enamoré, en este punto. La primera con la que me topé y la más escuchada. Es obsesión. Como consecuencia, empecé a comparar mi caótica vida pasional/amorosa con esta canción. Agaché la cabeza, asentí, me repetí: ‘Por eso no, yo no, no voy a escarmentar y no, no me voy a quemar, que yo prefiero tropezar 300 veces que dejar pasar una oportunidad. Yo no, no cambiaré jamás ¿y qué? ¿Acaso tú eres más feliz que todos los que nos enamoramos sin parar?‘ AMÉN. Te alabamos Sr. De la Rosa.

4. Entresemana. La escuché en el momento adecuado y cuando más identificada me podía sentir. ‘El amor no duele tanto, duele si te lo hacen mal‘ es una de las mejores frases que he oído en una canción. Buscar el amor con cualquiera, ‘Sexo triste y suciedad’ como única forma de que alguien nos quiera y nos cuide, aunque sea una noche, una noche nos vale… Es normal que cuando sales de una relación frustrada lo único que piensas es: ‘Todo el tiempo que he perdido, lo voy ha recuperar‘. Y sinceramente, lo primero que tenemos que hacer es mandar a tomar por culo la monogamia.

5. El temporal. A algunos les tranquilizará el sonido de la marea, a mí me pone nerviosa. Y del disco, junto con la 9, es la que menos me gusta. La perfección no existe. Pero quizá sea la más íntima y la más sincera.

6. La fecha en la tapa. Me encanta el paralelismo. Al final somos yogures, da igual de qué sabor sea nuestro amor. Antes o después caducará, y habrá dos cosas que hacer: o tirarlo a la basura y buscar el siguiente yogur, o arriesgarnos a digerirlo a pesar de que empiece a saber ágrio. ‘Cuídenlos con ternura y con gracia, que son todos de muy mal perder. Yo no sé qué pedirle al amor todo lo que me dio caducó en quince días. Yo no sé si pedirle un milagro o decirle: más no, por favor‘.

7. Hasta que te hartes. O hasta que me harte yo…y tengo mucho aguante. El ritmo acelerado de la canción me motiva, el festín de sarcasmo me motiva todavía más. ‘Vamos a meter la pata hasta que ya no quepa más, vamos a contar mentiras, ya verás, se harán verdad (…) vamos a chantajearnos a ver quién aguanta más, vamos a probar el tope al que podríamos llegar‘ Y al final, siempre metemos la pata, siempre contamos mentiras, (en mi caso muchas, bueno…es que lo mío ya es un disparate) siempre terminamos chantajeándonos y siempre, siempre, siempre, siempre… probamos el tope al que podemos llegar.

8. Sexy Sexy Sexy. Juro que al principio, no me gustaba NADA esta canción. Pero claro, tardé tres escuchas en darme cuenta de que la letra era (otra) genialidad en estado puro. ‘Y aunque te haga la vida imposible ¿Como renunciar a algo tan sexy, sexy, sexy?‘ Claro que sí, a cuántos idiotas hemos tenido que aguantar por el simple hecho de tener un cuerpo de Adonis, un mirada matadora, o una personalidad arrolladora. Estar enganchadas a eso, pensar lo afortunados que somos por estar con alguien tan genial, tan especial. Confundir el amor con la admiración y la atracción al fin y al cabo. Y por eso, aguantar que no nos trate como deseamos, por el simple hecho de tenerlo en un pedestal… Sin embargo, es tan sexy….

9. No me mires con los ojos. No me gusta especialmente esta, por lo tanto, no la escucho, me la salto. Así que, no tengo nada más que decir, porque yo de lo que no escucho, no hablo. Lo siento.

10. El Traje. Es el momento de reflexión. Es cuando paras tu mundo, te miras, te analizas, compruebas daños, y te armas de valor para salir a la superficie. El dolor, ese que te hace odiar a la humanidad, sigue ahí, pero ya no duele tanto, quizás te acostumbraste y ya no tienes tantas ganas de ver pelis de Julia Robert y de comer helado de chocolate sin parar. Estas cansada de la autocompasión y empiezas a recordar que no todo estaba tan perfecto, no todo estaba tan bien (‘Nada a tu me enseñastes, solo me dabas lecciones, nunca a tu me quisistes, tu solo querias amor‘) y dejas de sentir que fue tu culpa y solo ‘quiero ver caer los puentes que me unen a tu nombre, olvidar es una guerra y esta vez la gano yo‘.

Y es con el fracaso, cuando más aprendemos, esa piedra sirvió para algo: ‘voy cosiendo estos detalles como si hiciese un traje, armadura de coraje que me llevo a donde voy‘. Al final, con tu nuevo traje, saldrás a la calle, irás a los bares y quizás asaltes a camareras o busques amores efímeros de entresemana.

11. Una mierda de canción. A todos los imbéciles que hayan pasado por debajo de mi falda (más idiota fui yo con la elección): dispónganse en fila india frente a mí. ¿Ya? Pues venga, que tengo prisa…vayan repitiendo la letra de esta canción como una oración. ‘La cagué cuando dije que te iba a querer (…) la cagué, te engañé y la lié sin querer (…) Todo lo que dije yo lo dije por gustarte (…) y antes de que me odies yo querría disculparme‘. Y recuerden, antes de intentar venderme la moto otra vez: ¡métanse el ciclomotor por el culo!

12. Violines de Noche. Bonita y dolorosa reflexión: ‘Si encuentras tantos (chiflados), ve pensando, que quizás, los buscas tú‘.

13. El anzuelo. Vale, soy de lágrima fácil. El ser humano es el único animal que busca motivos para pasar berrinches. O eso, o es que yo soy muy gilipollas. Si tengo un día tonto, me pongo aposta canciones tristes para que el mal rato dure más o sea más intenso. Esta canción, entra dentro de esa lista para días tontos en los que llevas tiempo sin soltar lágrima y necesitas una excusa. ‘¿Por qué nos queremos de lejos y nunca podemos quedar? ¿Por qué sueño a veces contigo? ¿Por qué te recuerdo follar? (…) ¿Qué me diste? Házmelo quitar‘ Todo eso enmarcado en una melodía triste, acorde con la letra.

14. El Amor desperdiciado. ¿Y si me equivoqué? ¿Y si era la persona indicada? ‘El amor desperdiciado, una vida a lamentar (..) Llegar a viejo, y encontrarnos ¡Cuánto tiempo! y mirarte a la cara, y sentir que te quiero‘. Necesitaremos toda una vida para saber si desperdiciamos esa oportunidad clara de ser feliz, de sentirse cómodo en esto del amor. Un acierto o nuestro peor error.

15. Canción de guerra. A modo de samba. Bien podría valer este tema para quitarse la ropa y/o para el cigarro de después. Insinuante y atractiva esta música. ‘Esto es una canción de guerra, es la guerra, recuérdalo‘.

16. Resumiendo. Julio cierra el disco surrurándonos esto: ‘Sé muy bien quién soy sin tí, por fin. Soy YO. Si tanto te gusta saber cómo estoy, si tanto te gusta, tendré que decirlo más. SIN TI NO ESTOY MAL. No me hagas decirlo más. Sin ti no estoy mal‘. Todo, por mucho que duela, se supera, sana y cura. El tiempo es sabio, y antes o después nos encontraremos a nosotros mismos.

Ahora ya saben lo que de verdad es el amor, es así…es la herida universal. Que no os vengan con otros cuentos…

Sin embargo, el amor no duele tanto, duele si te lo hacen mal.

Charlotte Harris y Marypepapop

Puedes leer el artículo original en Groupie Tu Madre

 Escúchalo en Spotify

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Anónimo
13 años hace

De lujo!

Anónimo
13 años hace

Me ha encantado. Estoy de acuerdo con vosotras practicamente en todo. :))

Charlotte Harris
13 años hace

Me alegra que os haya gustado, Anonimos! 🙂