Ebrovisión 2010
por Rebequita DJ | 21 de septiembre de 2010 | Sin categoría | EBROVISIÓN
Parece que el verano se va terminando, por mucho que los Airbag se empeñen en lo contrario, y no podíamos despedirlo sin darnos una vuelta por uno de los festivales que nos faltaba por conocer. Tierras burgalesas, fresquito, septiembre y música. Siempre el mismo objetivo: llenar nuestras orejitas de todo lo que nos gusta. Sencillo y directo, siempre apetecible (¡más que apetecible!).
A pesar del cartel algo repetitivo a estas alturas del verano (¡cómo son las circunstancias!), si Ebrovisión nos llamó atención fue por los grupos que, o no habíamos visto este año todavía en acción, o simplemente no habíamos visto. Celebrando su décimo aniversario, este festival ha ido creciendo en las últimas ediciones hasta ubicarse en el puesto que le correspondía, y en el que confieso espero que se quede (cada día más a favor de la delicadeza de las cosas pequeñas).
Ebrovisión 2010 arrancaba en su jornada del jueves con los conciertos de The Wildborns, Haddock Orphans, The Wave Pictures y Stay. Tendréis que preguntar a alguien que haya estado allí qué opina si queréis saber algo de esta jornada, porque yo me lo perdí.
Consecuencia: el viernes las ganas se respiraban desde primera hora de la mañana y, como todo no puede ser perfecto, llegamos tarde y me perdí a Luis Alberto y los suyos (L.A.), aunque me consta que estuvieron a la altura como viene siendo habitual.
Primer concierto de la jornada del viernes, Second. Confieso que a mí no me gustan nada pero, con un sonido más acertado en unos temas que en otros, consiguen meterse al público en el bolsillo muy fácilmente. Canciones pegadizas, de ritmos sencillos y a rodar, dejando a sus fans más que satisfechos. Este grupo me pone en tesituras casi filosóficas y me hace preguntarme qué hago en según qué sitios, en según qué conciertos y cómo es posible que con esa misma masa comparta otros gustos. Paradojas. Tras invitar una vez más a su público a darle al último tema (algo habitual en ellos; emotivo), dieron paso a otro de los más esperados y temidos al mismo tiempo: Iván Ferreiro.
Creo que la mayoría coincidirá conmigo en que un concierto del gallego a veces es una lotería. O revienta el escenario, o la cama en que lo convierte (invitando al respetable seguirle en su siesta). El viernes demostró un cambio de actitud más que destacable. Deja de lado la negatividad de hace unos años para presentar un repertorio cuidado, en el que mucho se preocupó precisamente de eso: de no aburrir. No demasiadas canciones del último álbum, y mucha complicidad con el público. Concierto notable que reconozco nos sorprendió a más de uno y nos hizo recordar algo que un poco habíamos olvidado: que el pequeño fue algo grande (y que sí, nos gustaba). Respecto de la banda que lo acompaña, si algo hay que no hay que dejar de subrayar es la calidad musical de todos ellos.
Poco que decir de La Habitación Roja que no haya dicho antes, aunque se notó cierto bajón de energía con respecto a otros conciertos de éste verano. Creo que no convencieron en absoluto, supongo que igual que su último álbum. Crudos, a pesar de su veteranía.
Llegó el turno del protagonista de la noche, Lori Meyers. Aunque éstos entran de plano en el ‘subconjunto A, grupos que están en todos los festivales’, a veces no me deja de sorprender su capacidad para seguir siendo espectaculares. Se llevaron de largo el cartel de ‘mejor concierto de todo el festival’. Si en algún momento las dudas cupieron con su último trabajo (soy la primera en reconocerlo, y sigo pensando igual), a estas alturas han demostrado que el ¿giro? (no creo que sea tal) del último álbum, ha sido bastante acertado. Intercalando con sus clásicos, han convertido su directo en una fiesta estratosférica. Sólo dos pegas que le voy a encontrar siempre, siempre: ‘Enhorabuena eres el que tiene más’ no es que no sea una canción para cerrar, es que no es una canción; y recuperar ‘La caza’ sería, más que un regalo para los fans, una asignatura que les ha quedado pendiente a los granadinos. Enhorabuena, porque fue brillante.
Tras Lori Meyers, subida al escenario de los aragoneses Devito, de los que poco puedo decir. Poquita afluencia de público, que a esas horas se repartía entre la fiesta en el exterior del polideportivo (fantástico trabajo el de los chicos a los platos), las ganas de correr hacia los autobuses para llegar a Miranda de Ebro, o las retiradas a tiempo (que valen más que una derrota) para poder disfrutar de los conciertos de la mañana.
Jornada estrella en Miranda que comenzaba, digamos, pronto. Algo que no obstante, desde aquí queremos apoyar porque todas las iniciativas que incluyan en la misma frase las palabras “mañaneo”, “conciertos”, “festival” y “paella”, han de ser buenas por definición.
Sábado.
Nos volvemos a perder el primer concierto de la mañana, y comenzamos el día a ritmo de Supersubmarina en plena eclosión. Eléctricos, simpáticos y entregados a un público que, si los estaban descubriendo, quedaban encantados; si ya los conocían, despertaban de golpe con la ojera aún pegada para pasar un gran rato. Lástima de sonido pésimo, que sí podía ir a peor.
Y fue: el concierto más enérgico y divertido de todo el festival tuvo la desgracia de sufrir el peor sonido de todas las actuaciones. Grandísimos Airbag que hicieron que todo diese igual: la distorsión, mero detalle. Flotadores, manguitos y pelotas de playa volando entre la gente que bailaba enloquecida ska rosa para indies ‘intrépidos’. Mientras los sonidos surferos llenaban la Fábrica de Tornillos y disfrutábamos de un punk-pop de lo más pintón (y mucha fiesta), volvimos a ser niños de 30 tacos que piensan en el instituto (un clásico). Energía trepidante y diversión, algo a lo que Airbag nos tiene acostumbrados, y que dure. Fantástico trabajo que pronto se verá enriquecido por un nuevo álbum que comienzan a grabar ya.
Hay que dejar un hueco en ésta crónica a la comida popular y los conciertos y dj’s de la plaza del pueblo. Y es que no sé qué tienen las plazas de pueblo, que le dan a los festivales algo mágico. Para comer, de primero, Mild y paella. De segundo, La Furgo y pacharán. Entretenidos y divertidos por igual ambos grupos (aunque La Furgo la lió bastante ayudados por la hora y el ánimo de la gente). De postre, alguien pinchaba algún clásico del ye-yé español para apurar la última copita antes de la siesta. Gigante.
El sábado por la noche, de nuevo en el Multifuncional de Bayas, The New Raemon abrió los últimos pasos del festival. Fabulosa e intimista actuación (no tanto en ocasiones), que demuestra cómo Ramón Rodríguez sigue su ritmo imparable que, si no llega del todo a un público con el perfil del que asiste a Ebrovisión, sí demuestra que hasta a ellos los puede encandilar en un momento. Brillante.
Continuó Triángulo de Amor Bizarro con una descarga de guitarras que no sé si acabo de entender demasiado. Arrasando con su ‘Año Santo‘, a sus fans no hay quién les chiste, y eso es ya suficientemente grande como para dejarlo aquí.
La revelación del festival para muchos (entre los que me encuentro), The Heavy, supo meterse en el bolsillo a todo el mundo con una variedad musical que no es frecuente encontrar en el mundo Indie: rock, reagge, funk… Concierto que sorprendió y mereció la pena a partes iguales. Su carismático cantante, como el flautista de Hamelin, hipnotizó al personal con los dos primeros temas. Si te lo perdiste, hiciste mal.
Los canadienses The New Pornographers echaron el resto ante una masiva concurrencia de fans que les esperaba con muchas ganas y no se fueron decepcionados. Reconozco que me perdí la mitad del concierto. Imperdonable, sí. Hecho está.
Llegó el turno de nuevo (digo de nuevo porque la sensación de déjà vu era evidente) de Love of Lesbian. Creo que por mi parte está todo dicho. Veremos qué hacen en otoño cuando comiencen su gira por salas más o menos pequeñas, cambiando el repertorio y, esperemos, el carácter de sus conciertos (justo es reconocer que me lo pasé como una enana, pero ahí mis compis lo hicieron todo).
Quedaba un solo concierto y para mí era el más esperado. Así que me posicioné oportunamente para disfrutar de We Are Standard. Mucha gente aguantó a pesar del reventón producto de la fiebre lesbiana y los de Getxo lo sabían. Siempre lo saben, y no se equivocan. Simplemente lo saben, y te dan lo que quieres. Eléctricos, insultantes, hedónicos y geniales. Presentaron un par de temas nuevos que creo no gustaron demasiado. A mí sí, pero dicen que no soy objetiva, así que algo de razón tendrán.
Carpetazo a un festival que nos hacía decir ‘tenemos una sonrisa en la cara que parece que nos hayamos tragado una percha‘ y volver a reír. Gracias a la organización, la Asociación Amigos de Rafael Izquierdo, organizadores de este festival que ha encontrado su sitio y que, si bien tiene que cuidar ciertos detalles (creo que pinchar música entre concierto y concierto también en el escenario principal, es importante), tiene todo ganado.
Genial Miranda de Ebro y su acogida. Gracias. También a la gente del Norte (así en general, es que en Madrid eso se echa mucho de menos), abierta y simpática, acogedora y risueña. Y a los nuevos amigos, personaje fundamental en casi todos los festivales. Y a la compañía de las mías, que genera risas permanentes, absurdas y geniales, de las que salen crónicas como ésta. Y ya está bien, que parece que me han dado un premio. El premio, para Ebrovisión. Ahora sí: se acabó el verano.
Dedicado a la memoria de José Antonio Labordeta, que seguro que no sabía nada de festivales con Ebro en el nombre, pero que me colaba en la cola del comedor si me veía con mucha prisa.
Todo un detalle no volver a contar una vez mas el algunas plantas de love of lesbian. XD
Lori los mejores, claro que si.
Second es mucho más que "canciones pegadizas, de ritmos sencillos". Las letras, una música muy trabajada, la voz de Sean, un directo magistral, conexión total con el público, etc etc. y sobre todo, personalidad en todo lo que hacen, muy por encima de clichés injustificados.
Pero respeto tu opinión, entiendo que no gusten a todo el mundo. Incluso me alegro porque pienso que es una banda para ver en salas, mejor que en grandes recintos.
Estoy de acuerdo con SickBoy, Second tiene cosas que decir en sus canciones, pero hay muchos que no lo ven, o no lo quieren ver, por algún tipo de prejuicio. Yo los he disfrutado este año en 3 salas y siempre se superan. La última en Joy Eslava de Madrid fue increible.
O_o! Pues mira que pienso justo lo contrario que Sickboy. A mi Second me gusta (sobre todo los dos primeros discos) para escuchar en casa.
En directo me parecen un chiste. No lo puedo evitar. El cantante y el guitarra con cara seria son completamtne arritmicos y parece que se han aprendido los movimientos de memoria…ojo , que lo digo con todo el respeto, que su musica me gusta…pero a veces parecen ridiculos…
Totalmente de acuerdo en lo de los momentos "plazas del pueblo", para mí cada vez tienen más importancia esos pequeños detalles..¡esa paella! especialmente cuando los carteles parecen casi calcados.
después de leer la crónica, no se si dar las gracias o declarar mi "odio" y envidia abiertamente a la escritora de la misma… si ya me fastidió no poder ir al festival, me dele aún más después de leer esto!
en fin, lección aprendida para la próxima, y sí, definitivamente, gracias!! 🙂
Yo si que me he tragado una percga después de leer tu crónica, eres genial!!!!!!!!!!
perdón, percha