Crowdfunding. ¿Quién era que se moría?
por Ernesto Dieguez | 9 de julio de 2012 | ESPECIALES | Jero Romero
El crowdfunding está hoy más de moda que nunca, así que toca explicar un poco de qué va.
Es frecuente escuchar a los grandes pesos pesados de la industria musical quejarse de la situación actual. Insisten en que las descargas ilegales están destruyendo la música, y es fácil escuchar perlas como ‘la música se muere’ (de hecho, dicen ‘la música se muere, ayúdanos’). No voy a entrar en politicadas que no vienen a cuento, pero… ¿realmente se muere la música sin las grandes discográficas, sin el apoyo institucional? ¿Es así de radical todo? ¿No hay ninguna alternativa?
De vuelta al crowdfunding, la primera vez que escuché hablar de este concepto fue hace un año, en relación al entonces hipotético primer disco de Jero Romero, voz de los difuntos The Sunday Drivers. ¿Qué es el crowdfunding? Si tiramos de traductor barato, el crowdfunding viene a ser algo así como ‘financiación en masa’. En su momento, Jero Romero necesitaba financiación para sacar adelante la grabación del que sería su primer disco en solitario. En concreto, 10500 euros. Para lograr reunir esta cantidad, inició un proyecto de crowdfunding, y lo consiguió en menos de veinticuatro horas. El crowdfunding es un mecanismo de financiación colectiva en el que los criterios económicos manejados por las grandes empresas pierden sentido, y en donde es el colectivo social (entendiendo por colectivo a toda la población que lo desee) el que decide apoyar económicamente un proyecto, en la medida posible y deseada de cada cual. En el campo industrial, el crowdfunding presenta ciertas desventajas, por aquello de que alguien con capital inmediato puede copiar tu idea, pero en el campo de la música, en concreto, el crowdfunding viene al pelo, y es una estrategia maravillosa para que sean los propios seguidores los que financien la supervivencia de la música que les gusta. Jero Romero logró sacar adelante su ‘Cabeza de león’, demostrando que la música no se muere sin la industria. E, incluso en España, existe una gran diversidad de plataformas que sustentan el crowdfunding, como verkami, partizipa, lánzanos, fandyu, volanda, kreanud, auamusic, la tahona cultural,… tampoco nos vayamos a pensar que estas cosas las hacen solamente en las grandes capitales. En Galicia, y también con verkami, el colectivo de la Metamovida (Cró!, Unicornibot, Why go, Buogh!, Guerrera, Es un arbol y Durarará!!) se apuntó al crowdfunding para lograr 2000 euros y poder grabar su recopilatorio. Superó esa cantidad, y el proyecto salió adelante sin problemas. El crowdfunding no entiende de estilos, géneros, ni momentos, solamente de la intención de un proyecto y de la gente que está decidida a apoyarlo. Y todas las partes salen ganando (en este caso, los mecenas de Metamovida recibirán camisetas, cd’s,…).
Lo interesante de todo esto, de la evolución que toma el mundo de la música, es que los agoreros chupópteros de las grandes discográficas se están quedando sin argumentos para sostener su posición, pues no son ellos los que hacen la música, y desde luego, no es la música la que se muere, sino que lo hace un sistema trasnochado y en ruinas.
Hoy, una persona cualquiera puede apoyar a sus bandas de muchas formas diferentes. Esta diversidad enriquece la música, amplía el espectro y en general, convierte a la música actual en un ser mucho más versátil y sorprendente. En donde público y músicos deciden el status quo.
¿Quién era que se moría?
Interesante y optimista reflexión sobre una manera de financiación que tiene que ir a más. A falta de mecenas, el futuro de las artes deberá ir por ahí.
Me gusta el crowdfunding pero tengo la sensación de que por aquí aún se ve como una manera de mendigar y da la sensación de que los músicos no tienen donde caerse muertos. Si Jero Romero, un artista más que consagrado tiene que recurrir a esto para sacar adelante su disco, no quiero pensar cómo estarán los grupos que empiezan o no son tan famosos…
Cierto la industria de la musica muere, para mi la musica es el directo no me importa pagar un directo, estoy totalmente en contra de las discograficas y el formato disco, aqui el sr jero al fin y al cabo lo que quiere es lo que quieren todos que le caiga del cielo…