Contempopránea 2013

No sé cuántos previos he escrito ya de Contempopránea. Seguramente muy pocos. O crónicas del festival. Estas serán algunas más. Siempre bien acogidas por lxs lectorxs, lo cual no significa que exentas de críticas. Y faltaría más.

Desgastamos más caracteres en cuestionarnos si Contempopránea sí o no de lo que sería recomendable. Acabo cada edición pensando que qué bien me lo he pasado, pero que es la última, que tengo cosas mejores que hacer. Y aquí estoy. No porque no tenga cosas mejores que hacer, sino porque quiero hacer esta.

El cartel es lo de menos, casi todxs sabéis ese secreto a voces. Aquí lo que cuentan son los afectos y el deseo. Y es que ver a gente afín a la que solo ves una vez al año o en pocas ocasiones; compartir con tus amigxs del alma espacio, vivencia, gustos y fluidos; respirar en un entorno que resulta agradable a los sentidos porque es bonito; convivir con lxs oriundxs de un pueblo tan sin par; estar escuchando la música que te colma 24 horas al día… Todo esto genera endorfinas, feromonas y estoy segura que oxitocina. Da placer y esto satisface el deseo. No hay más. Ni hay menos; poca cosa no es. Luego podré contaros algo del cartel, pero esto da lo mismo. Por eso se pone tanto en cuestión el cambio de emplazamiento, quitar la fiesta de bienvenida, etc. Porque se tambalean las bases de nuestro deseo, el afecto genera apego y queremos las cosas tal y como sabemos que nos gustan. Es puro sexo.

Este año Contempopránea será los días 19 y 20 de julio. Solo dos días, aunque para la noche del jueves hay prevista una pequeña fiesta en la terraza del Bar La Ermita, que se titula “Parrillada Pop” y en la que pinchará Man Pop. Yo ya no defino por escrito lo que significa “Parrillada Pop”, me vais a perdonar. Tendréis que ir y averiguarlo.

Ahora sí, os cuento un poco el cartel. Como sabéis leer perfectamente y está todo aquí:

Os cuento lo que bajo mi punto de vista (aviso a tocaovarios), estos son los platos fuertes a no perderse:

Viernes 19 de julio

Fanfarlo. De lxs poquísimxs guiris que podremos ver este año en cartel, son todo un espectáculo. No esperes un espectáculo fallero: son poesía y maestría musical en estado puro. Y sí, divertidxs, pero sin estridencias. No vas a ver un tostón de esos que tú te estás imaginando, sino a un buen puñado de músicxs haciendo lo que tienen que hacer de una forma que está muy por encima de la media. Y lo que te imaginas: pop, rock, folk y gente muy delgada. Estereotypo, otros de los de no perderse. Su rollo bailongo y electrónico te van a disparar, seguro. Seguramente sean de los más animados de la jornada, junto con Corizonas. De Corizonas no voy a hablar. Maestros entre maestros, falta le hacía a la ladera un pelotazo así. Se os va a quitar la tontería y el chicle en dos canciones. Cierro mis obligatorios del viernes con Franc3s, y aquí llega el punto oscuro e inteligente de la jornada en el que veremos un directo de lo más recomendable y ruidoso; para terminar dándolo todo a ritmo de los pinchadiscos de ese día: Don Flúor & Lofelive. A Lofelive Pack no le conozco ni en género, ni en número. Pero a Don Flúor sí, sé cómo pincha, y sé que lo hace muy bien. Así que no creo que se junte con nadie inadecuado ni que nos haga sufrir. No os disperséis: este año los Djs (digo bien, no se me ha olvidado el inclusivo), son imprescindibles.

Sábado 20 de julio

Ya os he dicho que el cartel no es lo importante. Así que el sábado no os perdáis a Computadora, Los Punsetes, Allo Darling y The Wave Pictures. Computadora son los ganadores del concurso Grupo Revelación Nacional de este año y suenan a maqueta de las que te vician. No os los perdáis. Tampoco dejéis de despediros del festival hasta quién sabe cuándo (¿el próximo año? ¿no volverás nunca jamás?), bajo las canciones seleccionadas por Man Pop. Seguro que el jueves en la plaza nos lo pasamos muy bien, pero más seguro es que el sábado cerrará de forma exquisita el festival. Con el resto del cartel, haced lo que os pida el cuerpo, que para eso está.

No quiero seguir comentando un cartel que como antes os indicaba, tenéis a un golpe de clic. Pero sí que quiero poner de manifiesto y no dejar pasar que si algo le falta, son mujeres. Ya sabéis que este año (¿y qué tal el curso, qué has hecho este año?), bueno este año me he hecho feminista. No es que antes no lo fuera; nunca dije eso de “yo feminista no soy, que ya somos todos igualitos”. Pero es verdad que este año por algunas cosas que me han sucedido, he tomado conciencia de la terrible condición en que nos encontramos las mujeres a todas horas y en todos los ámbitos. Y como lo privado es político, y esto me viene de lejos, lo estrujo en todos los aspectos de mi vida. Y como este es otro ámbito de mi vida, me quejo, señorxs del festival (¿señorxs?).

Ya sé que a la inmensa mayoría de lxs lectorxs de esto les importa poco: a mí sí me importa. Y es que este año, apenas vamos a ver a cinco o seis mujeres sobre las tablas. Una solista, Ana Fernández-Villaverde; una o dos cantantes en grupos mayoritariamente masculinos (Ariadna Punsetes, la chica que queda en HATEM y poco más), María Costa tocando la batería de Franc3s… El resto de músicas se desdibujarán entre grupos íntegramente masculinos, con mucha diferencia respecto de ediciones anteriores. Y no me gusta. Y estamos hartas.

Que me importe no significa que me vaya la vida en ello; al fin y al cabo, sé que esta “escena” que recoge Contempopránea, tiene sus luces y (sus) muchas sombras.

Ahí lo dejo y si queréis, lo discutimos en la piscina. Y si no, bailemos. Algunxs es lo que necesitamos para hacer una revolución.