Checopolaco

Ni checo ni polaco. Julián Méndez es español, concretamente de Granada. Y desde allí sigue buscando su propio camino, después de haber sido bajista y teclista de Lori Meyers y colaborar con Los Planetas. Ahora en solitario, y después de regalarnos su ‘Disco de folk podrido’, vuelve con guitarras, batería, un piano y, como no, con su ukelele.

«Aquí está El batallón de los que hemos perdido» es la canción que da entrada a este disco homónimo de Checopolaco. Y de la declaración de intenciones de esta enérgica y pegadiza canción, pasamos a un momento romántico: «cuento el tiempo hasta que vuelvo a verte otra vez, y cuando te veo me pongo nervioso», un mensaje de amor a su ‘Camarera’.

Después los instrumentos recuperan su potencia y nos presenta a su enamorada, ‘Laura Taylor’, a la que le dice «tu amor sin condición llegó a mi corazón». No obstante, la tranquilidad total la encontramos en ‘Diadema’, con un punto más folk por el rasgar de la guitarra, tras la que se diluye su voz. Pero es en ‘Como un ángel’ donde el platillo nos marca la melodía y su voz de convierte en un susurro para declararle su amor: «sabes cómo te quiero».

Pero la energía vuelve para decirle «cuéntame otra vez que estuvo muy bien no ir a Verte al Norte no volverte a ver, que ahora tienes novio, dicen que es mejor que no vuelva a verte y yo pienso que no». De nuevo, despacio,‘A paso de caracol’, suenan estridentes las guitarras para decirle «busca un sueco que te haga sentir que estás en tu casa y no, y no me pidas perdón».

Al final del disco vuelven las guitarras potentes con los ‘Guerreros’ y luego se despide lentamente de este ‘No tan frío inverno’, una emocionante canción de amor que nos lleva a la nieve: «aquí estás junto a mí viendo nevar y la sierra blanca refleja tu mirar».

Pop, rock y folk de letras muy cuidadas y pegadizas; historias de amor y desamor, con ritmos cañeros y preciosas melodías, todo esto es lo que nos trae el chico del ukelele.