Asustadizo – Nutrición animal

‘Nutrición animal’ es el primer trabajo de Asustadizo publicado en formato LP, y segundo en su carrera en cualquier formato, ya que hace poco más de un año se estrenaban con el lanzamiento -nunca mejor dicho al tratarse de un frisbee- de sus diez primeros temas, sorprendiéndonos a todos por su original presentación y unas canciones divertidas y sin complejos.

De aquellas canciones ha crecido la columna vertebral de su nuevo disco, pasando antes, eso sí, por la revisión del estudio de grabación. Cuatro canciones son las que aparecían en el disco volador y repiten en éste: ‘Isoflabonas’, regrabada completamente y que en esta ocasión cuenta con la colaboración en las guitarras de Miguel Gascón (Chucho, Campbell…); ‘Remelón’ se convierte en ‘Hemos abierto el melón’, para una versión que, si en origen ya tenía espíritu de lo-fi, ahora es sensiblemente más pausada; ‘Nos aplaudían’, intacta respecto a la original, y que aún un par de veranos después de «aquel sucedido» del Contempopránea 2010 en el que tuvo su origen, sigue igual de fresca y se ha convertido en un himno para determinadas festivales y sesiones indies; La sorpresa llega con la transformación de la genial ‘Me ne vado alla foresta’ en una ‘Putada (Remix)’, de la mano de Abel Dirties con un resultado igual de genial. Si existiera el concepto «canción del verano» en el indie español -dios quiera que no ocurra nunca- ésta habrá sido sin duda la del nuestro, justo desde que cayó en nuestras manos vía Don Fluor.

Las canciones nuevas mantienen el buen nivel y la personalidad de las anteriores, comenzando por la pegadiza ‘Decidme algo’, que invita a escucharse del tirón el resto del disco, previa introducción de la coral Jacinto Guerrero de Toledo. ‘Cura’ es una canción optimista, con lugar para el despliegue de instrumentos y guiño ‘a la foresta’. In crescendo y entre «na-na-na-nás», ‘La nube negra’ consigue de manera muy inteligente captar la atención e incrementar la intensidad para acabar en un amago de locura colectiva, pero sin llegar más lejos. Cierra el disco ‘Que le peguen fuego al tren’, grabado con piano de cola, violín y chelo, como únicos acompañamentos de la voz de Rafa L. Lázaro, quien además de ser compositor y letrista del grueso de las canciones es profesor de piano en el conservatorio superior desde hace nueve años.

Del conservatorio a los veranos del Contempopránea, donde este año sonaron en directo, y también enlatados, y en un after, y en el coche, y en la playa, y en el campo, y en un castillo que tiene un avión… y también sonarán bajo una tormenta. Y en todos esos sitios ‘nos aplaudían‘. Os lo digo de verdad.