Anni B Sweet, ‘Oh, Monsters!’ en la habitación

por | 17 de mayo de 2012 | DISCOS |

Eran las tres de la mañana y en una habitación a oscuras alguien se levantaba de la cama somnoliento. Cogía un block de notas y empezaba a crear pesadillas e ilusiones que rodeaban a una joven recién llegada a la capital en busca de nuevas experiencias.

Ana López estudiaba Arquitectura y en sus tiempos libres cantaba con sus amigos al son de las guitarras. Mientras su cristalina voz inundaba el espacio, nunca hubiera imaginado que algún día tocaría al lado de grupos como Vetusta Morla, Zoé o cantantes de la talla de Enrique Bunbury. El destino le deparaba muchas sorpresas que ni ella misma hubiera imaginado.

Había que pensar un nombre por el que todos la reconocieran sobre el escenario. La peculiar voz de Chuck Berry dio a la joven una idea a partir de la canción que sonaba en aquel preciso instante ‘Johny be good’. Cada vez que sale al escenario Anni B Sweet muestra su lado más dulce. Si los open mics le dieron la oportunidad de crecer como artista en la noche madrileña, las canciones publicadas en Myspace le dieron el despegue definitivo.

El sueño se hizo realidad con la publicación en el año 2009 de ‘Start, restart, undo’, un primer disco que dejó boquiabiertos a todos. Giras alrededor del mundo, nominaciones y un sinfín de reconocimientos. Imborrables momentos que nunca podrá olvidar.

Las vivencias vividas a lo largo de estos tres años le han servido para ir creando su segundo trabajo, ‘Oh, Monsters!’. Un paso valiente, sin tener ningún pudor a mostrar su evolución. La malagueña recoge con su sosegada voz 14 temas repletos de nuevos sonidos y unas letras mucho más maduras que en su trabajo anterior. Contando esta vez con la producción de Guillermo Galván (Vetusta Morla), Ángel Luján y, en las mezclas, Phil Vinall. Un paso adelante, donde el acústico de la guitarra no tiene tanto protagonismo. Dejando paso a un sonido más electrónico.

Hay “monstruos” que pueden ser familiares, como ‘At home’, ‘Locked in verses’ o ‘Hole in my room’. Piezas que recuerdan su ya exitoso larga duración. Al acabar cada canción todavía rezuma esa sensación a directo. Pero los gritos de rabia en ‘Getting older’ y ‘Ridiculous games 2060’ demuestran las ganas de enfrentarse a esos seres que tanto le han inquietado.

Uno de los puntos fuertes de esta artista es la capacidad que tiene a la hora de envolver a todo aquel que escucha sus melodías. En ‘Catastrophe of love’, ‘Monsters’ o ‘Gone if I close my eyes’ encontramos su lado más intimo. La guinda llega con el single estrella, ‘Missing a stranger’. Una pieza donde se refleja una gran creatividad, empezando con un ritmo más pausado hasta acabar con mucha más intensidad que al inicio. Un trabajo que desgranado punto por punto sabe mucho mejor. Un retorno con nota, acentuado con un gran tema como es ‘Shiny days’.

Sea en salas, teatros, escenarios o en festivales de música, seguiremos disfrutando de una muchacha que ya no entra con timidez bajo los aplausos del gentío.

Atrás queda aquella sensación de inseguridad. Cogiendo el micro y saludando al público mientras suenan las primeras notas se enfrenta a esos seres con su mejor arma, la voz. Un talento a tener en cuenta en el panorama nacional. Una realidad que sigue creciendo concierto tras concierto. Madrugada tras madrugada.

Ha pasado mucho tiempo desde aquella primera noche, pero los monstruos siguen rondando por la habitación debajo de la cama.

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