Iván Ferreiro – Picnic extraterrestre

Ya ha llovido desde que Los Piratas se disolvieran, y ya no digo desde su formación. Al terminar el sueño del grupo vigués, nació la carrera en solitario de Iván Ferreiro. A nadie se le escapa la cima creativa de los últimos años de Los Piratas, los años del aclamado ‘Ultrasónica’ y sus magníficas ‘Sesiones perdidas’, y del extraordinario ‘Relax’, para mí, el mejor disco de Los Piratas y uno de los mejores de la producción nacional reciente. Había algo en esos discos que los volvía especiales. Y por eso la desaparición de la banda fue todavía más dramática, porque lo hacían en un punto álgido. Muchos dicen que esa es, de hecho, la manera en la que hay que retirarse. Así que fue de ese caldo del que nació la carrera en solitario de Iván Ferreiro, del caldo de la excelencia.

Así nació ‘Canciones para el tiempo y la distancia’, una joya que no me canso de escuchar una y otra vez, sin cesar, con las canciones por orden, o aleatoriamente, todas juntas o sueltas (‘Canciones para el tiempo y la distancia’, ‘Espectáculo’, ‘SPNB’, ‘El viaje de Chihiro’,…). Fue también, en esa época, la primera vez que vi al Ferreiro en directo, en la Sala Capitol, donde dio un concierto dulce y magnético. Más tarde, llegó el mini-disco ‘Las siete y media’, en el cual, aunque con ligeras novedades, se seguía el patrón del primer disco con letras un poco más arropadas (‘Días azules’ es una canción magnífica).

El declive de Iván Ferreiro

Con estas expectativas, uno podría pensar que su carrera seguiría en esa dirección de sencillez mezclada con intimismo y hasta diría que de ‘atlanticismo’. Tenía la chispa en su cabeza, escribía canciones diferentes, y las acompañaba de una música que le iba al pelo. Y ya en directo, la voz característica de Iván Ferreiro hacía todo lo demás. Era, por así decirlo, perfecto.

Luego llegó ‘Mentiroso, mentiroso’, se rompió el espejo, y más recientemente, el último, ‘Picnic extraterrestre’. Y todo aquello que convertía a ‘Canciones…’ y ‘Las Siete y media’ en joyas del pop, es lo que falta en estos dos últimos discos. Es como si el creador se hubiese sumergido en un océano de sinsentidos. Convirtiendo su creación en algo convencional. La cosa ha ido progresiva. En ‘Mentiroso, mentiroso’ hay bastantes temas que se escapan de la quema, pero muchos indicios del camino que iba a tomar, y de hecho tomó, ‘Picnic extraterrestre’: la convencionalidad, la distracción, los juegos de palabras sin gracia, la escritura automática, la sosez.

Me temo que el Iván Ferreiro de ‘Canciones para el tiempo’ y la distancia se ha quedado precisamente allí, en la distancia, y que es otro el que ha tomado el mando.

Así que derramo una lágrima por la pérdida.

Escrito por Ernesto Diéguez para Indie-Spain Magazine

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